Acabo de colgar el teléfono.
Le he llamado a una amiga que lo esta pasando muy mal.
A caído otra vez en la oscuridad del dormitorio, donde nos sentimos seguras cuando estamos deprimidas.
Pero a ella le pasa demasiado últimamente.
No me digáis que pida ayuda profesional, porque esta cansada de pedirla.
Lo único que consigue oír en voz alta, por parte de otro , su situación, y que la única forma de salir es levantándose y tirando para adelante, pero nunca le dicen como.
Como le he visto tan baja, le he comentado, te gusto Thelma y Louse?
Me ha dicho que sí.
A mi me encantó.
Y le he dicho, venga, en cuanto salga de trabajar, cogemos algo de dinero, coche y a la carretera.
Luego Dios dirá si volvemos o nos perdemos.
Nos vamos camino de la costa, que nos gusta a las dos y si conseguimos soportar la música en el coche, seguro que cambia algo.
También le he comentado que no sabía cual era el papel de cada, pero nos los podemos intercambiar por el camino.
No ha habido forma de convencerla, dice que el lunes tiene hora con el loquero y a ver si consigue algo.
Que pena!
Y que alegría!
No se si es mejor quedarse o irse.
Me gustaría que la vida me obligase a un cambio, sin remedio, pero no ser yo quien lo decida.
Creo que hoy voy a dormir mas tranquila con mi rutina, mala, pero rutina que conozco, nunca he sido una valiente para cambiar.
Aunque, no estaría mal, no?
Igual un día lo hago sola, seguro que nadie se entera hasta que pasen un par de meses.
Bueno sí, en el trabajo, aunque en un par de días tendría sustituta.
Bueno, estos son reflexiones de un sábado cansado.
Mañana será otro día.